Acostumbrados a un padre sobreprotector y un ama de llaves estricta, los hijos del Capitán Trapp encuentran en la joven María a la cómplice ideal de juegos y confidencias a la que abrir sus corazones mientras descubren los secretos de la vida, el amor y la música. De este forma, la novicia ayuda a Agatha a que su agorafóbico padre les deje jugar en el espléndido jardín de la mansión, anima a los muchachos a que preparen una tarta de chocolate entre todos y se convierte en consejera de Rupert en sus primeras experiencias en el amor y el honor. Pero cuando María descubre que el olor a leche y chocolate es lo que atrae a los ratones hasta el osito de peluche de Martina y envía a la pequeña a lavarlo al río, tiene lugar un terrible accidente que puede cambiarlo todo..