Cuando Randle P. McMurphy (Jack Nicholson), un estafador de espíritu libre, ingresa en el hospital psiquiátrico del Estado fingiendo locura, su contagiosa tendencia al desorden sacude la rutina. A un lado de una amenazante guerra se encuentra Randle, del otro lado se encuentra de voz suave y monstruosamente fría la enfermera Ken Kesey (Louise Fletcher). La suerte de cada paciente está en juego.