Celadón y Astrea se aman con un amor puro. Engañada por su pretendiente, Astrea rechaza a Celadón, que desesperado se arroja a un río. Ella cree que está muerto, pero ha sido salvado en secreto por sus ninfas. Fiel a su promesa de no volver a aparecer a los ojos de su amada, Celadón tendrá que superar las pruebas para romper la maldición.