Grandes Personajes a Fondo 28: Luis Alco

Este DVD está dedicado a dos cineastas hispanoamericanos que desarrollaron la mayor parte de su trabajo en México. Luis Alcoriza (1921-92), nace en Badajoz pero vive en México desde 1940, donde se exilia con la compañía teatral de su padres al final de la guerra civil. A pesar de que se le recuerda principalmente por su estrecha colaboración con Buñuel, a quien considera «un gran desconocido…de una timidez terrible…y un padre espiritual», y para quien escribe guiones tan importantes como Los olvidados (1950) y El ángel exterminador (1962), es importante su propia trayectoria como autor de guiones –«antes de trabajar con Buñuel, había escrito 100 guiones»- y director –«me metieron a director. Soy un escritor que dirige»-. Películas como Tiburoneros (1962), Mecánica nacional (1973) o Tac-tac (1981), que aún no ha realizado cuando se hace este programa de A FONDO en 1980, son un ejemplo de su cine de autor, que vive siempre con una actitud crítica -«el mayor pecado del cineasta es el aburrimiento, y por desgracia es en el que más caemos»- y comprometida: «lo que más me repugna en el mundo, es la delación.» Un personaje legendario del cine mejicano, Emilio Fernández (1904-1986), apodado “El Indio Fernández”, a los diez años ya se unía a Pancho Villa y considera que «el mito del charro mejicano significa la hombría y la mejicanidad». Su imagen de personaje violento y de actor conflictivo, contrasta, en este programa de 1976, con la emoción con la que describe su interés por el cine: «no encuentro una cosa mas grande para guiar, educar. Tiene una compromiso enorme.», y su crítica al cine de Hollywood, en el que participó como protagonista –con retratos en primera persona de personajes como Valentino, Dolores del Río, Cugat, Fairbanks y Al Capone-, y a la televisión: «al cine lo considero como un hipocampo, que tuvo una niña de cascos muy finos, que se llama televisión, y se ha metido en los hogares y ha degenerado las mentes de todos los niños y las ‘mamases’». Un programa de una conmovedora emoción, en el que destaca el deseo de sus diecinueve años - «Yo no quiero ser teniente coronel. Quiero que me salude mi papá.»-, y un recuerdo persistente: «Mi mamá era india pura, picapú, piel roja. Yo estuve enamorado de mi mamá.»