Piero della Francesca es uno de los más refinados espíritus del Renacimiento temprano en Italia. Influido por los grandes “primitivos” Fra Angelico y Masaccio, como pintor, y por el neoplatonismo, como pensador, es también autor de tratados sobre la perspectiva. B.
Henri-Lévy ha dicho de él que es “un pintor del siglo XX perdido en el siglo XV”, por su delicado sentido de la abstracción y su pasión por las formas geométricas. Pese a la frialdad e inexpresividad de sus figuras, éstas se hallan en una actitud visionaria y poética muy original para la época.